Viajé a India con personas a las que no conocía, y que resultaron ser unos magníficos compañeros de aventuras. Sólo por las conversaciones mantenidas en las muchas horas compartidas ya hubiera merecido la pena el viaje. En el grupo habían personas de Colombia, Bolivia, Argentina y España, siendo yo la única representante nacida en este último país, aunque varios llegaron a Madrid para quedarse hace ya muchos años. No mencionaré nombres aquí, pero si diré que la calidez y calidad humana de mis acompañantes hizo de mi viaje una extraordinaria experiencia.
La persona que nos llevó a India es una estupenda mujer que lleva doce años acercándose al país y difrutándolo con una pasión absolutamente contagiosa. Aunque el viaje es fundamentalmente cultural (con numerosas visitas a monumentos civiles y religiosos) hay incluidas algunas actividades que hacen al viajero conectar con las realidades de la India desde la experiencia y los sentidos: desde asistir a una clase de cocina y aprender a hacer "Masala chai", "curry" y "naan", hasta estampar una "pashmina" con bloques de madera, recibir un masaje en uno de los muchos establecimientos de Ayurveda (medicina tradicional India), asistir a una sesión de cine estilo Bollywood en Hindi y sin subtítulos o ir al teatro a ver bailes tradicionales y marionetas. En mi opinión son justamente estas actividades adicionales las que amplían y enriquecen extraordinariamente la visión del viajero, y te hacen sumergirte - al menos un poquito - en un mundo tan diferente al tuyo.
India es conocido en Occidente por ser cuna de famosas enseñanzas y métodos espirituales. Este viaje cuyo itinerario para mi fue Jhodpur, Udaipur, Jaipur, Agra y Delhi no incluyó - por razones de tiempo y espacio - prácticas de yoga o meditación. Aun así, el aspecto espiritual estuvo para mí muy presente: pude compartir con algunos compañeros mi querida "Meditación Dinámica Okuni" (que me acompaña allá a donde voy), también hice una masaje de Polarización Energética a una compañera que decidió compartir su energía con la mía de esta forma tan especial. Asimismo, en mis visitas a diferentes templos (Induistas, Sikhs, Musulmanes) puse toda mi intención en agradecer el recibimiento que se me brindaba y en aceptar y comprender la diferentes manifestaciones de la espiritualidad. Confío en que algún dia la humanidad dejará de usar las religiones como un elemento de separación, centrándose en aquello que es común a todas ellas: el reconocimiento de una energía superior que nos hace crecer y evolucionar y nos conecta con lo más profundo de nosotros mismos. Cualquiera que fuesen mis objetivos espirituales inconscientes para este viaje tengo la certeza de que se han cumplido.
India, con sus más de de 1.300 millones de habitantes es un pais superpoblado. Su ritmo de crecimiento esperado, de alrededor de un 7% anual, le convierte sin duda en un motor económico formidable. Nuestros guías locales hicieron un visible esfuerzo por darnos una imagen positiva respecto a la situación económica del país y el futuro que espera tener dentro del mundo. Sin duda en los últimos años India ha reducido muy significativamente su población bajo el umbral de la pobreza, sin embargo mis ojos contemplaron imágenes que sugieren que hay todavía mucho trabajo que hacer.
Dicho esto, quedan en mi memoria los colores brillantes de las telas de saris, velos, faldas y pantalones colgados a la vista en sus muchos mercados, los sabores fuertemente especiados de sus curries y arroces, el tráfico caótico (pero sorprendentemente "organizado") de vehículos compartiendo espacio con un surtido de animales entre los que destacan, por supuesto, las vacas sagradas. Y, como no, fantásticos lugares como la Fortaleza de Mehrangarh; los cenotafios reales de Jhaswant Thada; templo Jainista de Ranakpur; el Palacio de Udaipur; Fuerte Amber; Observatorio Astronómico de Jaipur; Palacio de Jaipur; el Baori de Abhaneri; la ciudad de Fatehpur Sikri; el Taj Mahal; el Minarete Qutab; el completo de templos budistas Akshardham; el templo Sikh de Gurdwara Bangla Sahib y más.
Espero que este artículo te haya acercado un poco a India y haya, al menos, despertado tu curiosidad. Solo me queda decir una palabra: "Namasté"
No comments:
Post a Comment